viernes, 21 de enero de 2011

Muchedumbre

Entre la muchedumbre,
inmerso, perdido, confundido,
veo a mi alrededor y solo logro ser espectador mudo de esta sinfonía,
suena tan armoniosa,
en tiempo,
y tan ajena a la misma vez,
alejada de mi,
desfasada de mi tiempo y de mi espacio,
debe ser que nunca he podido ser parte de esta orquesta.

Al final del día,
me veo en el espejo,
con mi propia sonata,
a otro tiempo,
en otro tono, con otro ritmo,
una sonata que comienza con el final y termina en el principio,
y al final,
el final no es más que el principio,
el comenzar de otro movimiento,
y de nuevo,
la orquesta sigue con su música y yo con la mía,
dentro del mismo escenario,
dentro de la muchedumbre.

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