domingo, 27 de noviembre de 2016

De repente

Y de repente te das cuenta que que la vida no se puede plasmar en un papel,
que el andar cobra sentido cuando tienes los ojos puestos en el hoy y no en el ayer,
que los muchos sueños hacen que permanezcas dormido,
y que no hay nada más vivo que poder despertar.

De repente te das cuenta del valor del tiempo,
que se deprecia a cada instante,
te das cuenta que no son las hazañas ni cuentos,
sino el valor de un acompañante.

Y de repente te das cuenta del frío y del invierno,
del aroma del verano y su recuerdo,
te das cuenta de que nada es eterno,
te das cuenta de la fragilidad del tiempo.

De repente,
así de repente,
vives y mueres,
de repente.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Compañía

Compañía,
todos buscamos compañía,
desde que la noche busca al día,
desde que el mar busca a la orilla,
desde siempre y para siempre,
todos buscamos compañía.

Aquella compañía de compartir,
aquella compañía de reír y reír,
aquella compañía de sufrir,
aquella compañía de seguir.

La compañía de las travesuras,
de la juventud y sus locuras,
de pasar largas horas a oscuras,
de planificar aventuras.

La compañía del sufrimiento,
de no entender el entendimiento,
de perder un sentimiento,
del arrepentimiento.

La compañía viene y va,
paga arriendo en un presente fugaz,
y de repente,
de repente se va.

La compañía existe al haber dos nomás,
dos ríos aleatorios sin origen ni final,
sin un cause,
sin un causal.

La compañía es un instinto primal,
tan planificada como un vendaval,
la compañía viene y va,
tan solo viene y se va.

La compañía se encuentra al caminar,
se acompaña si hay oportunidad,
pero es mejor un compañero sin dudar,
uno que no te acompañe,
sino uno que te ayude a caminar.