domingo, 7 de septiembre de 2014
Absoluto
miércoles, 25 de junio de 2014
Corazón
¿Dónde se halla el sentimiento?
¿En el cerebro?
¿Con sus ideas y recovecos,
con sus historias y cuentos,
con sus ilusiones y sueños,
con sus recuerdos?
¿En el pecho?
¿Con su palpitar inesperado,
con sus punzadas intensas?
¿En los huesos?
¿Con sus temblores venideros,
con su debilidad repentina?
¿En el vientre?
¿Con sus mariposas certeras,
con sus golpes de vista,
con sus vacíos nocturnos,
con sus dolores sin pista?
¿Dónde se halla el sentimiento?
¿Dónde está dicho encanto?
La respuesta se encuentra,
solo en la palma de tu mano.
sábado, 7 de junio de 2014
Saudade
La suave brisa del verano refrescaba la noche, la sentía en mis mejillas, zumbaba en mis oídos, resonaba en mi alma.
Respiro adentro. El ambiente me envuelve, llena mis sentidos. Respiro afuera. El presente me despoja, vacía mis recuerdos.
Vuelvo la cara y me veo, tan lleno de anhelos, tan cargado de deseos, tan solo.
Veo hacia arriba y me encuentro, tan lleno de recuerdos, tan cargado de reproches, tan solo.
Respiro profundo. Ya se acerca la media noche, y la fotografía comienza a desvanecerse. Respiro. Me lleno y me vacío. En el horizonte se apaga la última luz. Tan lejos, tan solo.
Recuerdos viajeros, concisos, pasajeros. Recuerdos fugaces, recuerdos obsoletos. Recuerdos sin sal, recuerdos someros.
Ya las luces de apagan, ya la calle se vacía, ya la memoria falla y se desvanece la fotografía. Ya no se que pintaba, ya no se que quería, tan sólo sé como estaba, tan sólo sé que solo me sentía.
sábado, 3 de mayo de 2014
Desarrollo
¿Que acaso no ves el desarrollo?
Aquel que cubre el cauce del río,
aquel que desnuda los montes,
¿Qué pasa pues amigo mío?
¿Que acaso no ves el desarrollo?
¿Acaso no aprecias el silencioso vacío,
en vez del cantar de los ruiseñores?
martes, 15 de abril de 2014
Respirar
recordar el instinto fiel,
¿el amor sabe a miel?
quizá,
quizá el dolor sabe a hiel.
Nuevas pinturas,
nuevas vestiduras,
¿tan poco es lo que el amor dura?
quizá,
quizá tan solo es una armadura.
Olvidar el camino,
olvidar el destino,
¿será que el amor ya vino?
quizá,
quizá al final no es nada divino.
Viejas canciones,
viejas ilusiones,
¿el amor es más que emociones?
quizá,
quizá solo hace falta respirar.
sábado, 5 de abril de 2014
Firmamento
En una ventana se busca inspiración,
se busca el aliento,
se busca canción.
En una ventana se haya la compasión,
se haya un lienzo,
se haya emoción.
En una ventana se compra el complemento
se compran recuerdos,
se compra el amor.
En una ventana se venden los firmamentos,
se venden deseos,
se vende el dolor.
La luz que va y que viene sirve de alimento,
nutre las memorias,
de un futuro mejor.
Los versos de adentro caminan ya por el viento,
escapan con letra,
huyen con voz.
Una ventana que viaja hacia el firmamento,
dice que afuera y adentro se puede estar mejor.
La imagen que guardan los sueños se vuelven recuerdos,
de vidas pasadas escritas en una canción.
miércoles, 29 de enero de 2014
El Poeta
se clava en la ensenada,
disfrazando con la cara,
su más profundo sentir,
cabizbajo,
regresa a su morada,
palabras como nada,
y comienza a escribir,
"Sueños,
brotan del corazón,
sueños,
testigos del amor,
sueños,
atrapan mi canción,
sueños,
invaden mi ilusión,
sueños,
soñando solo sueños,
nadie es dueño de ellos,
más que mi propio dolor,
sueños,
soñando sus destellos,
atrapado solo en ellos,
vivo con emoción."
Meditando,
repasa la receta,
avienta la carpeta,
y se hecha a reír,
¿hasta cuándo?
tendrá la valentía,
de que al final un día,
comience a vivir,
alejado,
de tanta fantasía,
de tanta tontería,
y tan solo vivir.
sábado, 25 de enero de 2014
Cambio III
domingo, 19 de enero de 2014
Cambio II
Poco a poco fui entablando amistad con los lugareños. Eran muy amigables y siempre me llevaban regalos. Me decían doctor, me trataban con mucho cariño y respeto, donde quiera que me veían me saludaban y me invitaban a comer a sus casas. Fueron muy hospitalarios conmigo y me hicieron sentir como en casa.
Tenía solamente un día libre a la semana. Usualmente lo usaba para dormir un poco mas, pasear por el parque, comerme una tostada y platicar con la gente. Nunca me faltaba en donde ir a cenar, ni una que otra invitación para ir a la cantina del pueblo.
En uno de mis tantos días libres decidí salir de la rutina. Me levante temprano, como cuando me tocaba ir a jornadas de vacunación a alguna de las aldeas cercanas (cercanas era siete horas a pie en alguna montaña perdida), y me fui a una de las montañas del lugar. Empaqué agua, unas frutas y un sandwich y emprendí el viaje. Ya para el amanecer estaba a las faldas de la montaña que los lugareños llamaban el cerro del chicote.
Siempre me ha gustado subir volcanes, hacer caminatas largas y explorar nuevos terrenos. El camino era escabroso, solamente había un pequeño camino que parecía ser usado nada mas por mulas de carga. A veces pensaba como podían ser capaces los niños de esas aldeas de caminar todo eso cada día para poder ir a la escuela. Sin embargo, muchos niños en la capital hacían un recorrido igualmente largo antes de llegar a sus instituciones educativas, solo que cambiando el aire puro por el aire acondicionado de los buses privados, cambiando el sonido de los pájaros por el ruido de los camiones, y en vez del verde de las montañas tenían el gris del humo y los edificios. Realmente no se quien debería envidiar a quien.
Llegué a la cima como a media mañana. La mejor recompensa de un montañista es el paisaje y el cansancio. Se podía observar toda la región aledaña. Ese día estaba particularmente despejado y era posible incluso ver un par de poblados cercanos. Recuerdo que estuve allí contemplando el paisaje por varias horas. Solo yo y la vista. Y allí descubrí lo que era estar solo.