Explicacion

¿Por qué el porque de las cosas?
si el porque a veces no tiene sentido,
¿por qué el porque de las cosas?
si se nos cruza al final del camino,
irremediablemente fugitivo,
¿por qué el porque de las cosas?

Como deduciendo cada motivo,
imaginando lo que es el destino,
¿por qué el porque de las cosas?
si el azar no es nada mas que furtivo,

¿Por qué el porque de las cosas?
si va a parar en el tren del olvido,
y debilita con su recorrido,
¿por qué el porque de las cosas?
culpando cada mínimo suspiro,
¿por qué el porque de las cosas?

Dibujando un pasado creativo,
¿por qué el porque de las cosas?
si el presente se convierte en esquivo,
si al final solo es un caso perdido.

Complemento

La imagen y su reflejo,
se crean en paralelo,
descubriendo el uno al otro,
frente a los espejos rotos.

El amor y su retrato,
lo pinta de buenos ratos,
enfocándose en aquello,
que se siente y no se piensa.

El miedo por otro lado,
espera un futuro roto,
lo opaca de forma densa,
dejando a la luz dispersa.

Amor y miedo en la foto,
como retrato devoto,
se miran en el espejo,
haciendo un cuadro completo.

Inmortalidad

El hombre huye a la muerte,

detrás de cada rincón,

sumándole al corazón,

un rasgo de vida inerte.

Ella espera decidida,

el final pacientemente,

cuándo termine el presente,

y sea la última partida.

La lucha de la razón,

causa bajas sin medida,

deja el alma sin salida,

y es su propia perdición.

Puente

¡Qué delicado es el dolor cuándo no duele igual!

El mundo,
girando desde muchos ángulos,
se mece entre el va y ven de los días,
te vé,
te invita,
cómo quién la calle transita,
y se aleja como quien va de prisa.

El mundo en verdad es mí mundo,
y no hay mundo más real que el compartido,
no existe en el mundo dolor más profundo,
que mi dolor en tu mundo no dolido.

El mundo es solo el reflejo del alma,
que resplandece si se mira de lejos,
es un reflejo de billones de espejos,
que se mira vacío si se mira con calma.

Tu mundo y el mío no son tan distintos,
son tan solo simples mundos finitos,
tu mundo y el mío no son tan lejanos,
cuándo dibujo mi cuerpo al compás de tus manos.

¡Qué incomprendido es el dolor extranjero!
el de un mundo distinto,
de un mundo entero,
tan fugaz el dolor ajeno,
tan simple y tan vacío,
tan llanamente somero.

Mundos aislados sobreviven tácitamente,
la fantasía de la única verdad los repele de inmediato,
los llena de soledad, de frustración, y de rechazo,
y de realidad que solo existe en la mente.

Tu mundo y mi mundo no son el mismo,
así como distintos son el tiempo y el espacio,
tu dolor no se siente como mis abismos,
ni el mío te inunda como lo hacen tus llantos.

A veces el dolor es el puente y el camino,
que atraviesa nuestras múltiples dimensiones,
a veces el dolor es parte del destino,
que nos une con las mismas canciones.

¡Qué liviano es el dolor compartido!
como un portal a lo desconocido, 
como caudal de un río dormido,
aceptando que también estás vivo.

Décima extendida

Octosílabos errantes
danzando sobre el papel
adornados con pincel
como intrépidos danzantes
como virtuosos cantantes
cofres de historias pasadas
fuentes de ideas deseadas
como guardando un destino
como escondiendo un camino
juntando el cuerpo y el alma
crean un recuerdo fiel
de imaginaciones de antes
con muy pomposo semblante
tallado cual justa piel
con palabras del plantel
juegan con forma y estilo
con fondo y contenido
como una noche soleada
como oscura madrugada
versos pintados en lino.