sábado, 8 de diciembre de 2012

Reflexión y refracción

Todo hombre debería tener una de esas ventanitas,
de esas ventanitas que te dejan ver hacia adelante,
que te enseñan diez o veinte años de tu vida,
de tu vida que aun está por delante.

Todo hombre necesita una de esas,
que te diga que al final todo valió la pena,
que te enseñe que se miedo era solo una cadena,
que te muestre lo valioso de la espera,
que te cuente que estas vivo después de la carrera.

Todo hombre debiera ver a través de ella,
contemplar el cielo junto a la estela,
ver que también allí el sol resplandece,
observar que la pradera no es mucho mas verde de lo que parece

Todo hombre precisa una ventana y un cuaderno,
para anotar la diferencias y sacar un balance,
para contabilizar las similitudes y sus alcances,
y para notar que no es una ventana sino un espejo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Recuerdo

¿Qué hay en el horizonte del tiempo?
¿qué hace tan escaso a este momento?

Si el tiempo cambia con el tiempo,
no es lo mismo ayer que hoy,
ni tarde que mañana, 
no es lo mismo ver salir al sol,
que gotas de lluvia en la ventana

¿Qué es el tiempo sino eso que pasa?
que pasa sin detener al viento ni hacerlo su casa,
que mora en la memoria de lo vivido,
y sueña en la esperanza de lo perseguido

El tiempo es aquello que muere cuando nace,
que hace que todo sea solo un fugas recuerdo,
que me mantiene viviendo tan solo de anhelos,
y que por llegar rápido siempre me hizo llegar tarde

El tiempo es aquello que pasa en un segundo,
que de repente dura lo que una vida entera,
el tiempo es aquello que pasa en un sueño profundo,
y que encuentras después de diez años de espera

¿Qué es el tiempo, si solo lo vemos pasar?
¿qué es un recuerdo, si solo queremos recordar?
un recuerdo es aquello que queremos contar,
y el tiempo es simplemente lo que queremos recordar.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Ciento veinticuatro

Cada luz, una historia,
un tapete de memorias,
un pasado a cuestas,
y un futuro por venir,
libros andantes,
villanos y mártires,
y soledades disfrazadas de carmín.

Cada pasajero, un memoria,
un mosaico de historias,
de pérdida, dolor y sufrir,
de alegría, amor y reír,
sueños e ilusiones,
fracasos y demás errores,
recuerdos y anhelos,
reproches y demás temores.

Ciento veinticuatro almas,
caras, corazones y amarras,
ciento veinticuatro canciones,
escuchadas solo por el latir de sus corazones,
ciento veinticuatro espectadores,
ignorantes de sus alrededores, 
funciones privadas,
dentro de sus ojos encerradas.

Una luz, un alma,
ciento veinticuatro dramas,
unas comedias y otras tragedias,
ciento veinticuatro esperanzas.

Extraños temporales,
pasajeros fugaces,
novelas distintas de vez en cuando,
hoy viajan silenciosas estas ciento veinticuatro.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Tácita

Una mirada, 
una incisa llamada, 
tan fría, 
tan calmada, 
tan simplemente apaciguada, 
tan consiente y persistente, 
tan calmada,
tan fuerte,
volando a través del aire como puente, 
sonriente, 
y calmada, 
así es una mirada, 
en un segundo eternizada, 
de un trazo dibujada, 
y en el alma plasmada.

Un dardo fugaz, 
tan rapaz, 
que roba el alma sin siquiera pensar, 
congela el tiempo sin vacilar, 
y anula el recuerdo por llegar.

Una mirada, 
una prosa silenciada, 
una batalla postergada, 
una vida capturada.

viernes, 12 de octubre de 2012

Ligero

Hoy solo quiero dejar mis valijas,
cerrar los ojos olvidarme de ellas,
hoy solo quiero imaginar las veredas,
navegar los pastos y recorrer las praderas

Hoy solo quiero olvidar mis valijas,
hacerlas a un lado y recostarme en la arena,
respirar profundo y contemplar las estrellas,
oír el murmullo de la luna y su acuarela

Hoy solo quiero tirar mis valijas,
abrir los brazos y esbozar una estela,
quedarme varado en mi barco sin vela,
quedarme varado tan solo pensando en ella.

sábado, 6 de octubre de 2012

Cabús

Tu  blusa estampada,
mi taza medio vacía,
la gente que va y viene,
que va, y no se detiene.

Mis momentos de silencio,
el brillo de tus ojos sonriendo,
afuera dicen que es tarde,
pero aquí adentro,
aquí se detuvo el tiempo.

Nuestra charla, nuestras miradas,
nuestra propia versión de la madrugada,
la gente sigue caminando,
y el tiempo,
el tiempo se quedó esperando la próxima parada.

¿Cuál será la próxima estación?
¿A dónde irá el vagón de este momento?
Yo solo quiero detener el viento,
detenerlo para escribir esta canción.

Yo solo quiero detener el tiempo,
detenerlo para escribir esta ilusión.

Tu recato y mi guarida,
la tácita cubierta de nuestras heridas,
en el aire se dibuja una flor,
y mi taza se ha quedado vacía.

¿Cuál será la próxima estación?
¿A dónde irá el vagón de este momento?
Yo solo quiero detener el viento,
detenerlo para escribir esta canción.

Yo solo quiero detener el tiempo,
detenerlo para escribir esta ilusión.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Un café

Un café,
el reloj apresurando el tiempo,
entre los dos,
esperándote venir

Un café,
una mesa, una silla vacía,
una emoción,
mi mayor inspiración

Una fe,
paralizas todo en un momento,
sin razón,
sin mayor explicación

Una fe,
una fe con que con el tiempo brilla,
entre los dos,
esperando por sentir

Un café,
una fe,
un café,
entre nosotros dos

Un café,
una fe,
un café,
entre tu y yo

martes, 28 de agosto de 2012

De

Debilidad,
de ser vulnerable y loco,
de ser indefenso y tonto,
de sentir,
debilidad de verte venir

Debilidad al fin,
de ser indefenso,
de querer parar el tiempo,
de tan solo existir

Deseo de debilidad,
de escapar a la realidad,
de rendirse y desarmarse,
de tan solo querer amarse

Deseo,
de ser un niño inseguro,
de dejar de ser maduro,
de esperar con ansia el ocaso,
de poder dormir entre tus brazos.

sábado, 18 de agosto de 2012

Luna

-Que linda está esta noche.-
-¿Quién? ¿La luna?-
-Si. Siempre me ha gustado mucho. No sé, como que me hipnotiza.-
-¿Hipnotiza? ¿Y porqué te gusta tanto?-
-Bueno, hay dos respuestas a eso, una larga y lógica, y otra corta y sin sentido.-
-¿Cómo está eso? ¿Cuál es la larga?-
-Veras, si lo pienso así, tiene mucho sentido. Ella está lejos, muy lejos de mi, a varios miles de kilómetros, sin embargo se ve tan cerca, tan palpable que casi siento que puedo tocarla. Además, no está allí siempre. Solo se deja ver cada cierto tiempo. Es un evento raro e inalcanzable.-
-¿Me estas diciendo que te gusta porque es algo imposible de tener? ¿Algo raro de ver?-
-Si y no. Bueno, quien sabe. También puede ser que es diferente a todo lo demás, es única. Sobresale dentro de todo lo demás.-
-¿Entonces es porque es única?-
-Quizás. Quien sabe. Ademas, otra de las cosas que pudo influir es que hace tiempo yo pensaba que podía tenerla, que podía alcanzarla, y despues me di cuenta que era imposible. Creo que eso se quedo grabado dentro de mi.-
-¿Osea que también es un poco de frustración?-
-Puede ser. Un poco tal vez. Quien sabe. Al fin de cuentas, puedo darle mil explicaciones al respecto.-
-¿Y la respuesta corta?-
-Esa es fácil. Me gusta porque si.-
-¿Pero no te parece que esa respuesta no tiene sentido?-
-Exactamente. No tiene el mas mínimo sentido. Por eso es la que pesa más. Veras, las explicaciones, las razones, las justificaciones, son todas solamente excusas. La razón es un disfraz humano para los sentimientos. Yo solo sé lo que siento. Solo sé lo que me pasa. Que cuando la veo no puedo dejar de mirarla, que me pongo ansioso para que vuelva a salir, que me parece estupenda. Lo demás son puras especulaciones.-
-¿Especulaciones?-
-Si. La verdad no sé porque me gusta. Y para serte sincero, no me interesa. Solo sé que lo siento y que lo vivo. Sé que puedo justificarlo, pero el hacerlo o no, en nada cambiaría mi estado, así que solo lo disfruto. Solo aprovecho cada vez que puedo verla y la contemplo. Me pierdo en su brillo, en la tranquilidad de la noche. Olvido que está lejana, que mañana se irá, que no la puedo tocar. Solamente la miro y dejo el reloj parar.-

lunes, 30 de julio de 2012

Eco

Eco,
como pasado presente,
seco,
un golpe inminente,
como pasado presente,
canción ausente,
que se repite,
y se repite,
y se repite,
como un eco en mi mente,
inminente,
y se repite sin verte,
como un eco inminente,
eco,
de tu sonrisa entre la gente,
eco,
de tu pasado en mi mente,
seco,
como tus palabras al verte,
eco,
y eco,
y eco de verte,
de tenerte,
en un instante detenerte,
eco entre la gente,
de mi pasado sin presente,
eco,
y eso,
y eso,
tu sonrisa en mi mente,
eco,
eco inminente,
tan solo eso,
fue solo eso,
y eso,
fue solo un eco en mi mente

lunes, 9 de julio de 2012

Siento

Miedo,
al futuro o al pasado venidero,
al fin y al cabo simple y sencillo miedo,
que se disfraza de insomnio y cobardía,
de alcohol e hipocrecía,
de valentía,
miedo de aceptar,
de ver el tiempo volar,
de nunca olvidar,
solitarias noches vacías,
de pensamientos y caricias frías,
de sueños y epifanías,
sueños negros e ilusiones,
miedo basado en suposiciones,
tonos grises  sin demas colores,
todos sentimos miedo,
distintos motivos y distintos tiempos,
y el mio es a sentir lo que no siento.

lunes, 2 de julio de 2012

Horas

Quiero venir y quiero llegar al lugar que no me acuerdo,
quiero reír y quiero llorar pa' olvidar que estoy sufriendo,

Quiero soñar y más despertar, retratar tu voz al viento
quiero viajar y menos estar, acariciarte a fuego lento

Horas,
deja tenerte unas horas
horas,
quedémonos a solas

Je ne sais pas qu'est-ce qui se passé, yo no se que estoy haciendo,
Je ne veux pas que tu me laisser, quedate que estoy muriendo

Solas,
quedémonos a solas
solas,
solamente unas horas

Quisiera vivir, también respirar, atrapar tu azul de cielo,
quisiera seguir y nunca parar, besar tu boca fuego


Solas,
te invito estar a solas
solas,
atrápame por unas horas

Horas,
invádeme por unas horas
horas,
que no pasen las horas

viernes, 8 de junio de 2012

Miedo

El frío austero se posa bajo la luna,
tan siniestro,
tan fugaz,
tan rastrero y rapas,
tan sórdido que estremese mis latidos,
tan frívolo que me miente al oído,
llena el vacío con sus tan grises alaridos,
me llena el alma con sus tristes gemidos,
¿qué habrá en horizonte del tiempo?
¿qué pasará con mi último aliento?
llena los resquicios mas remotos,
fulmina cada sueño poco a poco,
me mira y penetra su daga,
encierra todo en una sola mirada,
tan oscura,
tan sombría,
tan ruda y fría,
que me deja a merced,
tan solo de su amarga letanía.


lunes, 21 de mayo de 2012

Cuento

Quisiera un cuento de esos elegantes,
un poco más real y menos errante,
uno de esos tersos de pelo largo,
que con un suspiro te envuelve en su encanto,
quisiera un cuento un tanto emotivo,
de esos que encierran al corazón fugitivo,
uno con destellos de luz en la cara,
con esbozos de azul vertientes del alma,
quisiera un cuento que se escriba en mi cama,
con los ojos cerrados y la memoria varada,
de esos que desbordan de caricias los ríos,
y que quitan de la existencia el amargo hastío,
quisiera un cuento sin letras ni versos,
de esos que sueñas escribiendo con besos,
que se envuelven con la piel encantada
y se firman tan solo, tan solo con tu mirada.

lunes, 7 de mayo de 2012

Crónica

Notas en tono púrpura
silencios agonizantes
resonantes
melodía de sincretismo
que con gran cinismo
desprecia y murmura

Aguijones color miel
eslabones de un pasado infiel
asesinos de cualquier mínimo suspiro
precoces verdugos de un futuro contigo

Palabras fugaces
silencios rapaces
retumbando en cada instante
arrancándote desde antes

Color que se lleva el viento
matices con aires de lamento
fuga en escala de si
 y yo simplemente te perdí
te perdí desde el día en que te conocí







lunes, 26 de marzo de 2012

Veinte años

Llegás tarde, veinte años tarde. Fue en esta misma banca que te vi por última vez, hace ya veinte años. Te invité a un café y nos sentamos acá, a platicar de la vida y sus recovecos, de tus ilusiones y mis cuentos, de tus futuros y mis recuerdos. Fue hace viente años ya que vi por última vez tus grandes ojos café, llenos de sueños e inquietudes, con ese destello que se fundía con tu suave voz. Hace veinte años ya que vi mi reflejo en tus pupilas, con mis ganas y mis emociones, con ese silencio que con tu mirada se desvanecía. 

Desde hace viente años que vengo cada tarde a esta banca. En cada atardecer te busco, entre el celaje que se dibuja a la lontananza, entre el cielo y la tierra, entre la gente y el tiempo. Todos los días a las cinco de la tarde me poso acá, en este mismo lugar, esperando a que regresaras. Algunas veces algún caminante furtivo se detenía a hacerme compañía. Me ayudaba a matar los minutos de las horas, y con oídos curiosos me hacía redibujar tu silueta, con tonos pretéritos y pincelazos lentos, como retratándote con el silencio, como invocándote con mis pensamientos. 

Fueron veinte años de espera, cuestionándome a diario el porqué de tu inadvertida partida. Imaginándome mil razones para la ausencia de tu risa y suave perfume, de tu cabello y tus ilusiones. Veinte años de verte venir con la caída del sol, inventándote en mis recuerdos, acariciándote en mis ilusiones, y viéndote partir con los ojos abiertos. 

Han sucedido muchas cosas en todo este tiempo, he aprendido mucho, me he vuelto viejo. He conocido mucha gente y he aprendido de ellos, de sus historias, de sus recuerdos, de sus anécdotas de mejores tiempos. He visto como el recuerdo vive en sus pechos, como viven y mueren por lo que llevan dentro, como reflejan lo que yo mismo siento. 

Hace veinte años que acá mismo te espero, en esta misma banca, en este mismo recuerdo. Llegás tarde, veinte años tarde, y hoy como de costumbre, tampoco apareciste. Tendré que seguir dibujándote en el silencio de mi compañía, entre las cinco y las seis, con una taza de café en esta banca vacía, como siempre lo he hecho desde el día de tu partida, desde aquella vez que vi por ultima vez tu sonrisa, que para mí fue hace veinte años aunque el calendario diga que tan solo fue ayer. 

viernes, 16 de marzo de 2012

Poesía

Poesía es tomar dos palabras tiradas al viento
adornarlas de púrpura y envolverlas en su canto,
pintarlas con la suave seda de las flores de tu mano,
teñirlas con la blanca fragancia de los montes más altos,
desgranarlas con el silencio que arrebata el llanto,
extenderlas hacia el cielo por las baldosas del campo,
y liberarlas así en un suspiro entrecortado
para darle vida al sonido de un simple te quiero.

domingo, 11 de marzo de 2012

Presente

¿Y si hubiera sido ayer?
que la brisa del mar se posó en tu mirada,
la impregnó de atardeceres con una suave pincelada,
y la llenó de cielos y luna llena,
tan serena,
tan austera,
tan firme y delicada,
tan sonriente y elocuente,
que me hicieron entonces desear volver a verte.

¿Y si fuera quizás mañana?
que una flor te atraerá la mirada,
con bocetos de amaneceres a una pincelada,
y la danza del sol y la luna llena,
tan serena,
tan austera,
tan sonriente y delicada,
tan firme y elocuente,
que me harán entonces desear volver a verte.

¿Y si habría de ser hoy?
que las estrellas deslumbran tu mirada,
en la acuarela del cielo encuentras su pincelada,
y tu sonrisa compite con la luna llena,
tan serena,
tan austera,
tan delicada,
tan elocuente,
que me hacen desde ya desear volver a verte.

Tu mirada no conoce ni pasado ni futuro,
se conjuga con la luna y su claroscuro,
tan audaz,
tan decente,
tan veraz y resplandeciente,
que en un instante me asalta,
me mira y me miente,
evadiendo al tiempo y amarrándolo a muerte,
porque contigo,
contigo solamente existe el presente.


jueves, 23 de febrero de 2012

Fotografía

Tiempo estancado,
como por el tiempo aniquilado,
detenido por el tiempo,
parado sin ningún aliento,
muerto,
inerte,
como queriendo verte,
como logrando tenerte,
en un momento inocente.

Captura fugaz,
escritura rapaz,
destello de realidad,
enclaustrada ansiedad.

Historia hablada,
por la emoción retratada,
recuerdos sucintos,
recuerdos finitos,
del ayer o del mañana,
recuerdos requintos,
impregnados de color silencioso,
radiante y fulminante,
profundo y armonioso,
alucinante.

Dosificación emotiva,
asalto flagrante,
pasado que olvida,
futuro asechante.

Carta pintada,
como con los ojos contada,
como con tus labios sellada,
y de la razón enajenada,
estancada en el tiempo,
fuera de todo lugar y todo momento,
presa por las fibras pigmentadas,
libertada por mis asiduas miradas,
trayendo tu esencia arremangada,
para amordazarme sin ninguna inútil coartada.

jueves, 16 de febrero de 2012

Elocuencia

Estaba allí, con esa mirada tan fría y austera, tan penetrante y frívola, como sabiendo todo, como escudriñando cada fuero más íntimo de mi ser. No recuerdo haber visto tal profundidad en los ojos de alguien desde hacía mucho tiempo, y sin embargo, allí estaba, clavando sus dilatadas pupilas en lo más profundo de mi. Hacía mucho tiempo que veía esos ojos a diario, más nunca me vieron como esa vez, nunca con tal intensidad, con tanta claridad, con la convicción de quien lo sabe,  que busca y encuentra, que comprende,  que sabe. 

Esa mañana inadvertidamente sus ojos me lo dijeron todo, lo sabía, finalmente lo sabía, y eso cambió por completo su mirar, su profundidad, su alcance, su respirar. Quizás siempre había estado allí, quizás fue esa precisa mañana, la verdad no lo sé, la verdad nunca lo sabré, solo se que esa mañana estaba allí, ese brillo que solamente la luz del deseo puede encender, ese anhelo implacable que mueve tan solo a unos cuantos, que nace en todos pero solo arde en algunos. Y allí justo enfrente de mi, ardía. Ardía tanto que me contagiaba, que me hacía desear arder también, me atraía. ¿Todo esto con una sola mirada? Quizás siempre lo supe pero jamás me di cuenta, tal vez siempre lo había visto pero nunca me había dado cuenta. No lo sé, la verdad nunca lo sabré, pero estaba allí.

Esa mañana estaba allí, justo frente al espejo, estaba yo.

sábado, 21 de enero de 2012

El reflejo del tiempo

Al finalizar, se le acercó. Parecía ser tan solo una pregunta inocente, nada fuera de lo común. Había mucha gente presente en el salón, y poco a poco se iban retirando. 

Llegó hasta el frente y se le acercó.Comenzó a hablarle normalmente, era algo rutinario, que no tenía ninguna trascendencia. No hacían falta los nervios ni el coraje, era una duda simple, nada fuera de lo común.

Comenzó la frase normalmente. De repente notó como su voz comenzó a temblar y comenzaba a hablar más lento. Se vieron a los ojos, no fijamente sino como mandando un mensaje en clave morse, intermitente y a la misma vez constante, latente. Empezaron entonces a sostener otra conversación con la mirada, una conversación en paralelo, hablando tan elocuentemente que solamente se escuchaba a lo lejos el sonido de sus palabras en el ambiente. 

Él la veía y se fijaba en sus pupilas dilatadas, en esas pequeñas coronas verdes que parecían clavarse en su mirada, que buscaban encontrar lo que se escondía detrás de su seguridad y su sensatez. Miraba con detenimiento cada  uno de los suaves pincelazos que dibujaban todas las facciones de su rostro, desde lo redondo de su nariz hasta lo delgado de sus labios. La veía y sentía como que el tiempo se paraba, como dándole oportunidad para conocerla clandestinamente, para lograr recorrer su alma de rincón en rincón y poder fundirse en una caminata solitaria para dos. 


Ella lo veía y se fijaba en sus pupilas diminutas, en esas grades coronas verdes que parecían clavarse en su mirada, que buscaban encontrar lo que se escondía detrás de su timidez y su inocencia. Miraba con detenimiento cada  uno de los detalles que dibujaban todas las facciones de su rostro, desde lo respingado de su nariz hasta lo grueso de sus labios. Lo veía y sentía como que el tiempo se paraba, como dándole oportunidad para conocerlo clandestinamente, para lograr recorrer su alma de rincón en rincón y poder fundirse en una caminata solitaria para dos. 


Terminaron entonces su conversación con la mirada, su conversación encubierta, y dejaron de hablar tan elocuentemente que comenzaba a escucharse de nuevo el sonido de sus palabras en el ambiente. De repente notó como su voz comenzó a afianzarse y comenzaba a hablar más deprisa. Se vieron a los ojos, fijamente como terminando un mensaje descifrado, constante y a la misma vez intermitente, latente. Finalizó la frase normalmente.  


No había falta de nervios ni de cobardía, la duda era simple, pero fue algo fuera de lo común. Terminó hablándole normalmente aunque ya no era algo rutinario, algo que iba a tener alguna trascendencia.  Se fue del frente y se alejó.


Había muy poca gente presente en el salón, y poco a poco iban llegando más. Parecía ser tan solo una pregunta inocente, pero fue fuera de lo común. Y al final, se retiró.  




martes, 17 de enero de 2012

Costumbre

-¿Y si de repente todo fue un sueño nada mas?- 


Esa mañana desperté con mucha dificultad como es costumbre. El despertador sonó al menos 5 veces y por fin logré regresar a la realidad. Me tomó unos instantes dejar ese estado letárgico y comenzar a pensar normalmente de nuevo. Como pude me desenredé de las sábanas y me metí a tomar una ducha. Siempre me es necesaria una ducha con agua muy caliente para despertar completamente, para dejar de soñar.

A prisa me alisté y me dispuse a salir a la calle, había estado lloviendo mucho la noche anterior por lo que el ambiente se llenaba de una neblina grisácea que le daba un toque nostálgico a la calle. 

La gente iba con sus bufandas de colores, abrigos oscuros y guantes por la calle, lo cual anunciaba ya el comienzo del invierno. Siempre sentí que el invierno le daba un toque refinado a las ciudades, y las calles empedradas de aquella ciudad no eran la excepción.  

A media mañana como era costumbre, me reuní con mi amigo Alonso a tomar un café. Lucía un tanto cansado y ojeroso, como agobiado e intranquilo por algo. Su semblante desgastado era tan familiar, esa mirada cansada y un tanto perdida había sido mi compañera desde hacía ya mucho tiempo. 

-¿Y si de repente todo fue un sueño nada mas?- 

Pasamos en silencio los próximos 15 minutos. Nuestra conversación se limito al intercambio de miradas, a simplemente descubrir en el otro las experiencias propias. Cada quién sabía lo que se sentía. Ya los dos habíamos estado el el mismo lugar, quizás en tiempos distintos, sin embargo en el mismo lugar.

Regresé al trabajo a continuar con mis labores diarias. A pesar de estar ocupado la mayor parte del tiempo, no podía desprender de mi mente dicho pensamiento, ya eran mas de tres años que me venía persiguiendo y no me dejaba en paz. 

En la tarde, al regresar a casa, el atardecer dibujaba suaves reflejos rojos sobre las paredes amarillentas de las casas del vecindario que parecían como danzar al compás de falsos contactos de los faroles que alumbraban la oscuridad que recién comenzaba a llenar las calles. 

Como acostumbraba cada miércoles, fui a cenar en alguno de los restaurantes de las cercanías, y me puse a observar a los diversos grupos de personas que estaban en el restaurante. Parejas de novios, grupos de amigos, pequeñas familias y un par de solitarios como yo. La mayoría de solitarios terminaban pronto con su comida y se retiraban, como si estuvieran sujetos a un toque de queda. Las demás personas regularmente se quedaban charlando por un buen rato, reían y comían, y luego se marchaban. El mismo patrón una y otra vez. 

Al final de mi comida, me quedé como catatónico por unos instantes, repasando una y otra vez todo en mi cabeza

-¿Y si de repente todo fue un sueño nada mas?- 

No estaba seguro. No sé si algún día lo estaré. 

Pagué la cuenta y me retiré. Caminé un poco por las calles aprovechando que esa noche no llovía. Anduve entre aquellos los laberintos nocturnos por un par de horas. Acostumbraba tomar caminatas en la noche ya que generalmente hacía buen clima y no había mucha gente deambulando a esas horas. Me permitía pensar un poco, o al menos intentar hacerlo.

Regresé mas o menos a medianoche a mi casa, como era de costumbre sin haber resuelto nada. Alguien dijo una vez que estupidez era repetir lo mismo esperando resultados diferentes, sin embargo yo lo seguía haciendo. 

Me acosté con esa única idea en mi cabeza, la única que había estado rondando desde hacía mucho tiempo, la misma que me quitaba el sueño y hacía que las madrugadas se volvieran más largas. 

-¿Y si de repente todo fue un sueño nada mas?- 

No estaba seguro. No sé si algún día lo estaré.